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LA HISTORIA DE MI ABUELO PARTE 2. DE CÓMO MI ABUELO FUE DESPRECIADO POR SU COLOR DE PIEL, ABANDONADO EN CUBA Y RESCATADO GRACIAS A UN MEDIUM Y DE CÓMO LLEGÓ A BUENOS AIRES, porJavier Garin

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    LA HISTORIA DE MI ABUELO CAMILO:  Entre espíritus y anarquistas (FRAGMENTO del capítulo 2 del libro "La enseñanza del jardinero ) PARTE 2:  DE CÓMO MI ABUELO FUE ABANDONADO EN CUBA Y RESCATADO GRACIAS A LA VISION DE UN MEDIUM Por Javier Garin Un hecho que produjo las más graves consecuencias en la vida de mi abuelo es que era muy, muy moreno. Pilar, delgada, blanca, rubia, de ojos azules, más parecía inglesa que peninsular. Manuel era rubio y de piel blanca, lo mismo que todos sus hermanos. No podía ignorarse el hecho de que nadie en la familia era tan moreno como Camilo. Pilar alegaba tener un abuelo morisco, pero no había fotografías para comprobarlo. A medida que Camilo fue creciendo, su cabello ensortijado resultó cada vez más llamativo. No es posible exagerar el daño que ello le ocasionó. Toda la vida lo llamaron “negro”, y este apelativo, que terminó aceptando con resignación, fue un emblema de desprecio que pesó siempre sobre él. Su color de piel parecía el perenn

LA HISTORIA DE MI ABUELO CAMILO - PARTE 1: DE CÓMO MIS BISABUELOS HUYERON DE ESPAÑA A CUBA A CAUSA DE LOS ESPÍRITUS. NACIMIENTO DE MI ABUELO CAMILO. Por Javier Garin

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  LA HISTORIA DE MI ABUELO CAMILO:  Entre espíritus y anarquistas (FRAGMENTO del capítulo 2 del libro "La enseñanza del jardinero ) PARTE 1: DE CÓMO MIS BISABUELOS HUYERON DE ESPAÑA A CUBA A CAUSA DE LOS ESPÍRITUS. Por Javier Garin                 En el fondo de casa, donde vivía mi madre en sus últimos años, detrás de una casi impenetrable muralla de helechos, lucía hasta hace poco una foto vieja y estropeada, apoyada contra el jarrón que hacía las veces de centro de mesa. Era la foto de casamiento de sus padres fallecidos. Ella solía bendecirlos en silencio, a veces murmurando, como los antiguos romanos frente a los manes, lares y penates: -Ellos me protegen.   Y luego señalaba un defecto de la foto, una especie de mancha blanca detrás de la cabeza morenísima de mi abuelo Camilo: -¿Ves ese resplandor? Es el aura de Camilo. El don. Mucho antes de nacer mi abuelo Camilo, ya los sucesos sobrenaturales se venían encadenando. Así me lo relataba él mismo cuando yo era ni

EL DON DE MI MADRE, por Javier Garin (fragmento de la novela "La enseñanza del jardinero"

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  El don de mi madre Por Javier Garin                             “…he dicho, por ti y por mí, que la muerte no existe, que el mundo no es un caos, que es forma, unidad, plan, Vida Eterna, ¡Alegría!”   Walt Whitman     Mamá fue la última de la familia en tener el don. Lo heredó de mi abuelo Camilo, y éste de mi bisabuela Pilar. El don no se manifestaba de igual manera en cada uno de ellos.  Mi bisabuela conectaba fácilmente con los muertos. A veces sus trances eran tan intensos que los cuadros se caían de las paredes y la mesa redonda donde practicaba sus sesiones se volcaba y salía rodando de la habitación. Mi abuelo Camilo, el anarcosindicalista, además de combatir a amos y patrones en este mundo, confraternizaba con los oprimidos del otro mundo con ayuda de la Escuela Científica Basilio, hasta que mi abuela Nani le prohibió el espiritismo al ver que se posesionaba y ponía los ojos en blanco y garabateaba extraños y tenebrosos mensajes automáticos en una hoja. Pero, sobre todo, tenía

EL IMPREVISTO AMOR DEL FLACO SPINETTA. Por Javier Garin.

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Por Javier Garin. Spinetta sale a repartir paquetes todos los días. Es el astro veterano de la firma de mensajería Flash BA. Envío rápido y seguro. Podría haber dejado la moto hace rato para trabajar en las oficinas, tal vez ser gerente, pero él quiere estar en la calle. Disfruta la calle, el tránsito, los bocinazos, esquivar vehículos y peatones. En veinte años, jamás tuvo un accidente. En el ambiente motoquero es una celebridad. Una celebridad muda, ya que no habla, no da opiniones, no discute. Sólo anda en moto. En las reuniones de motoqueros se mantiene en un rincón tomando cerveza, y a lo sumo sonríe, pero no dice nada. La conoció a Laurita, hace cinco años. En esa época ella se parecía aún más a la Cantilo joven. De hecho, trabó conversación con ella, en ese bar pedorro de motoqueros y roqueros y con esa horrible banda heavy en el escenario, diciéndole: -Te parecés a Fabiana Cantilo, ¿te dijeron? -Sí pelotudo. Y vos a Spinetta. -Bueno, a mí me dicen Spinetta. -A mi me dicen Fabi