EL ADIÓS DE PINKY, por Javier Garin

por Javier Garin EL ADIOS DE PINKY. Esta mañana ella se despertó sintiéndose aliviada. Llevaba varios días de decaimiento. El peso de sus veinte años gatunos se hacía sentir cada vez mas. Por eso se asombró ante su repentino bienestar. Sabía que eran sus últimas horas. Con esa misteriosa conciencia de la cercanía de la muerte que tienen los felinos, comenzó a despedirse. Primero se acurrucó junto a su padre adoptivo, el gigantón, que recién se despertaba. Lo hizo para permitirle unas caricias. Durante años lo había acompañado cuando dormía o estaba enfermo, pero últimamente lo mantenía a cierta distancia desde que el gigantón la traicionó para llevarla a operar de una oreja, previo someterla a pinchazos de agujas y otros ultrajes. Las torturas quirúrgicas le habían dolido menos que la traición del grandote. Ella no había podido perdonarlo hasta hoy. Pero esta mañana pensó que quedaba poco tiempo y se dejó acariciar como en las viejas épocas. Despu...