COPLAS DEL HOMBRE VIEJO. Por Javier Garin
Por Javier Garin
El otro día, volviendo de la montaña, se me ocurrió este poemita:
La vida del hombre viejo
Se va poblando de muertos:
Padres, hermanos, amigos,
En los lugares antiguos
Aparecen rostros nuevos.
Sus rasgos se han hecho extraños,
Incomprensibles sus gestos.
El hombre viejo camina
Por un incierto sendero.
Se ha vuelto intruso en su casa;
En su país, extranjero.
Nadie confirma su historia.
No hay testigos de su tiempo.
¿Lo ha vivido o lo ha soñado?
¿Lo imagina o es recuerdo?
El hombre viejo, de a poco,
Se refugia en el silencio,
Ecos lejanos lo envuelven
De voces que enmudecieron.
Cuando se acerca la hora,
Más y más sueña despierto.
Ve los cariños ausentes
Los llama y habla con ellos.
Y cuando llega la muerte
Con su alivio y con su esmero,
Al fin se funde y se abraza,
Feliz, con los que murieron.
JAVIER GARIN
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