¿Alberto Fernandez fue realmente tan malo? Por Javier Garin.
Por Javier Garin Antes de emprender una autocrítica sistemática del neoperonismo siglo XXI, conviene examinar sumariamente la denostada gestión de Alberto Fernandez, a quien nadie defiende excepto él mismo y un puñado de ex funcionarios, y que todos nos ponemos muy contentos de tener a mano para utilizar como chivo expiatorio ideal de la derrota. ¿Fue un presidente tan malo como lo describe La Nación en el editorial en que le endilga ser el “peor de la historia”, pasando por alto a una larga lista de trágicos dictadores y pésimos gobernantes como De la Rúa o Macri? Sin duda no fue un óptimo gobierno, pues de lo contrario el peronismo no habría sido derrotado de manera tan dura. Pero no podemos obviar la seguidilla de adversidades que habrían empañado a cualquier gestión. La pandemia de COVID, la inflación adicional externa generada por la guerra de Ucrania, los vencimientos de la deuda contraída por su impertérrito predecesor “aficionado a las rep