EL POETA, EL ALBATROS Y LA LOCURA, por Javier Garin
por Javier Garin Leyendo en el mundo virtual unos versos muy bellos escritos por un interno del Borda, vino a mi memoria un recuerdo ya borroso de mi lejana juventud. He hecho demasiadas cosas en mi vida, más de las que puedo o quiero recordar; y, entre ellas, colaboré como voluntario en algunos hospitales para enfermos mentales, junto a unos amigos, estudiantes como yo de derecho. Nada tiene que ver el derecho con la psiquiatría, pero como la novia de uno de mis compañeros estudiaba psicología y la habían invitado a sumarse a una experiencia terapéutica novedosa (era a fines de la dictadura y comienzos de la democracia: había muchas "experiencias novedosas" entonces), ella nos invitó a todos. Y fuimos. Estudiantes idealistas al fin, nos incorporamos con entusiasmo a colaborar en el Borda y en un servicio de psiquiatría que funcionaba en el Hospital Fernández con pacientes internados y otros ambulatorios. Entre los internos destacaba un