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EL GAUCHO MARTIN FIERRO (audiolibro completo). Dibujos de Juan Carlos Castagnino, notas y comentarios de Javier Garin

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  Notas y comentarios por Javier Garin AUDIO LIBRO COMPLETO EN ESTE ENLACE:  PULSE AQUÍ!!!! "EL GAUCHO MARTIN FIERRO", de JOSÉ HERNÁNDEZ, es la obra cumbre de la literatura gauchesca y una de las mejores creaciones de la literatura argentina y latinoamericana. De justa trascendencia universal, traducido a numerosas lenguas, este libro podría verse como una novela en verso octosílabo o como un poema épico. Cuenta las desventuras de su protagonista, perseguido injustamente por las autoridades, enviado a un fortín a combatir contra los indios, separado de su familia por la fuerza y víctima de todo tipo de abusos, hasta que, cansado, decide rebelarse y convertirse en un "gaucho malo", un "matrero", fuera de la ley. Mezcla del Job bíblico (por los injustos sufrimientos a que es sometido) y de Jesús crucificado ("estaqueado", que es una crucifixion criolla), Martín Fierro se erige en arquetipo heroico gracias a su valentía y su negativa a someterse.

COSAS QUE DICEN QUE SON PERONISMO PERO NO TIENEN NADA QUE VER CON LAS ENSEÑANZAS DE PERON, por Javier Garin

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  Por Javier Garin                 El mayor favor que se puede hacer a los antiperonistas es asumir como propias las necedades políticas de que ellos culpan a Perón sin preocuparse por estudiar la Historia, solamente repitiendo eslóganes inculpatorios y despreciativos.               Lo grave del caso es que muchos peronistas “autopercibidos” las toman como verdaderas y creen su obligación defender extravíos que se alejan sideralmente de las posturas del fundador del movimiento político más grande y más antiguo de Latinoamérica.               En paralelo a las difamaciones antiperonistas aparecen las desviaciones , cuya responsabilidad concierne, no a Perón, sino al neoperonismo post dictadura, que fue elaborando una serie de nocivos extravíos .                Ello se debió, en parte, a una praxis corrompida: sirvan como ejemplo de ello los planes sociales, propulsados por el Banco Mundial y adoptados por el neoperonismo (y también por el antiperonismo que dice denostarlos, pero que

EL PROMONTORIO DE PUERTO MARINO. Por Javier Garin.

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Por Javier Garin A noche tuve un poco de fiebre y me asaltaron varios sueños raros, entre ellos este que convertí en relato:               Los locales lo llamaban “puerto marino” pero no era en verdad un puerto y ninguna embarcación podía acercarse a aquel escarpado promontorio que caía a pico sobre una entrada de mar erizada de rocas. Un caminito unía aquel sitio desapacible, bañado por un mar furioso, con la aldea, situada más abajo, en el verdadero puerto, que no era marino sino fluvial, porque se abría sobre el estuario del rio y desembocaba en el mar abierto luego de un tramo de fangosas aguas dulces. Allí sí había embarcaciones pequeñas que zarpaban de madrugada vacías y retornaban henchidas de peces, cuando había buena pesca, aunque también, durante largos periodos de escasez, podía suceder que a duras penas capturaran lo suficiente para que el pueblo no muriese de hambre. Decían entonces que el Espíritu del Mar estaba enojado y se resignaban a vivir en el límite de subsistencia

COPLAS DEL HOMBRE VIEJO. Por Javier Garin

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  Por Javier Garin El otro día, volviendo de la montaña, se me ocurrió este poemita: La vida del hombre viejo Se va poblando de muertos: Padres, hermanos, amigos, Amores que ya se fueron. En los lugares antiguos Aparecen rostros nuevos. Sus rasgos se han hecho extraños, Incomprensibles sus gestos. El hombre viejo camina Por un incierto sendero. Se ha vuelto intruso en su casa; En su país, extranjero. Nadie confirma su historia. No hay testigos de su tiempo. ¿Lo ha vivido o lo ha soñado? ¿Lo imagina o es recuerdo? El hombre viejo, de a poco, Se refugia en el silencio, Ecos lejanos lo envuelven De voces que enmudecieron. Cuando se acerca la hora, Más y más sueña despierto. Ve los cariños ausentes Los llama y habla con ellos. Y cuando llega la muerte Con su alivio y con su esmero, Al fin se funde y se abraza, Feliz, con los que murieron. JAVIER GARIN

¿Alberto Fernandez fue realmente tan malo? Por Javier Garin.

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  Por Javier Garin                Antes de emprender una autocrítica sistemática del neoperonismo siglo XXI, conviene examinar sumariamente la denostada gestión de Alberto Fernandez, a quien nadie defiende excepto él mismo y un puñado de ex funcionarios, y que todos nos ponemos muy contentos de tener a mano para utilizar como chivo expiatorio ideal de la derrota. ¿Fue un presidente tan malo como lo describe La Nación en el editorial en que le endilga ser el “peor de la historia”, pasando por alto a una larga lista de trágicos dictadores y pésimos gobernantes como De la Rúa o Macri?                Sin duda no fue un óptimo gobierno, pues de lo contrario el peronismo no habría sido derrotado de manera tan dura. Pero no podemos obviar la seguidilla de adversidades que habrían empañado a cualquier gestión. La  pandemia de COVID, la inflación adicional externa generada por la guerra de Ucrania, los vencimientos de la deuda contraída por su impertérrito predecesor “aficionado a las rep